Entendida como una experiencia que solucionó un problema, atendió una necesidad de servicio en la ciudadanía, o que disminuyó la posibilidad de materializar un riesgo de fraude u otras prácticas no apropiadas, a través de métodos o mecanismos novedosos, presentando resultados demostrables superiores a las de otras entidades u organizaciones similares, sobrepasando objetivos trazados y con sostenibilidad en el tiempo. El proceso de identificación y búsqueda de prácticas referentes o recomendables implica estudiar, comparar, revisar, adoptar y apropiar prácticas con resultados comprobados y metodologías claras.